miércoles, 22 de febrero de 2012

Si me extrañas, búscame en tu mente.

Cuando al oír su nombre ya no sientes ese cosquilleo intenso en el estómago; cuando al fin has conseguido reír sin la necesidad de que sea él quien te produzca esa perfecta sensación: cuando finalmente crees que has pegado cada pedazo de ti, y ya puedes gritar que eres otra. Sale una ventanita con su foto, ahí en pequeñito, y la abres y caes en la cuenta de que todo lo que habías conseguido puede venirse abajo con un sencillo hola. Rápidamente la cierras, como pidiendo que desapareciera por arte de magia. Coges aire, y intentas hacer cualquier cosa para entretenerte y no contestar, intento que durará como máximo treinta segundos. Contestas. Bien, todo va bien. Te relajas, dejas de temblar, o al menos lo intentas. Y vuelve, ahora más fuerte: que tal todo?. Tienes dos opciones, podrías decirle la verdad, que aun no has aprendido a seguir, que si algún día se le ocurriera volver tan solo tendría que buscarte allí donde te dejó; o responder con un falso bien. Te decantas por la segunda opción, las más sencilla, la más cómoda, la menos real.

Podemos llegar al cielo, no nos cuesta nada.

Dices que no sabes que es aquello que no te deja sonreír, ese algo que te pesa en el alma. Afirmas que le odias, que es un niñato y que no te lo tragas, y si alguien te pregunta no dudas en negar una y mil veces que por él no sientes nada de nada. Hasta que llega la jodida noche, y si cierras los ojos aparece su sonrisa, su encantadora sonrisa, acompañada de esos perfectos ojos oscuros; y es en ese justo instante cuando vuelves a la realidad. No es que le odias, sencillamente le amas; no es que sea un niñato, simplemente es el niño de tu vida; y eso de que no te lo tragas? Pues si mueres por besarle a cada segundo. Y claro que niegas lo que sientes, por que no es bueno, es algo malo, algo que duele sentirlo. Y abres los ojos, y tan solo piensas en encontrar esa máquina del tiempo que te haga volver al minuto justo en el que caíste en su trampa mortal de amor.

jueves, 16 de febrero de 2012

Demasiado desafió, yo no puedo ser tan fuerte.

Ilusión, capricho, tontería; ya puedes ponerle mil nombres, engancharle cientos de etiquetas o intentar disimularlo todo, sabes que por mas empeño que le pongas no conseguirás dejar de sentirlo. Mienteles. Di a todos que no la quieres, que solo es otra mas para tu colección de princesas usadas. Engañales. Esconde que para ti es una diosa, tu musa; la culpable de todas esas noches en vela, la que pinta a sus anchas esa curva en tus mejillas. Sal. Sonrieles a todas, bailales, y llevatelas a la cama. Y date cuenta el domingo al levantarte, cuando toda la fiesta haya terminado, que la única que realmente quieres que esté hace demasiado que marchó. Asumelo; te rompió y tu no dudaste en quererla con cada pedazo; pero cuando entró en juego el orgullo, cuando el amor ya no lo podía todo, fue entonces cuando intentaste sacar un clavo con otro clavo que ni en tamaño ni en forma se le asemejaba, y otra vez te salió mal.

domingo, 12 de febrero de 2012

-Tu insoportable niña, te quiere, y te desea infinitas felicidades. Por muchísimos más, y juntas♥


Hay estudios que demuestran que se puede estar hasta cuatro dias sin comer, y solo un dia y medio sin beber; sin ella dudo que se pudiera sobrevivir más de veinte segundos. Indispensable. Llegó sin avisar, sin permiso alguno, y sin quererlo evitar se convirtió en un sencillo todo, en un “te llamo esta noche sin falta, en un “necesito ir de compras”, o en un tan tipico “madre mia, que tia mas zorra”. Ella es la envidia de todas, el sueño de todos, y sobretodo, ella es mi hermana; la que da igua que la llames a las 2:07 que a las 4:45, te va a coger el telefono; con la que disfrutas los buenos momentos, y con la que los malos se hacen más llevaderos; la culpable de la mayor parte de mi locura, y a la que no tendre suficiente vida para agradecerselo todo. Ella, capaz de hacer cada momento unico, experta en desprender felicidad y alegrar penas. Perfecta fabricante de risas, y una cabezota nata. Así es ella, con todas sus virtudes y sin el más minimo defecto, y no, no la cambio por nada ni nadie.♥

sábado, 4 de febrero de 2012

Iría hasta Narnia, si él viniese conmigo.

Risueña, muy risueña. Incondicional de mi blog, apasionada por Moccia, loca por la coca-cola y adicta a los zapatos. Fanática del Fútbol Club Barcelona, pero ante todo fiel a mi aldea. Enamorada de la vida en general. Amo el café, y más que nada tomarlo con ellas. Siempre he tenido muy claro quien era y nadie nunca me hizo cambiar de opinión, no he dudado ni un momento en perseguir mis sueños por más inalcanzables que fueran. He caído y levantado incontables veces, y jamás me he rendido porque vida solo hay una y está para vivirla. Hasta que ahí  llegó él; con sus aires de superior, su andar chulesco, y su tan adorable sonrisa, y así, sin poderse evitar, se convirtió en el "hip" de mi "hop", en el otro "cha" de un "chacha", en el 6 de cualquier número de teléfono, en la parte de bailar pegados en un vals. Paso a ser la X de una ecuación, y el dividendo de toda división. Él era la primera cita, el segundo beso, la tercera caricia, el cuarto motivo de mi sonrisa, el quinto latido de mi corazón y la perdida infinita de toda razón. Y así fue como desmontó todo esquema posible; olvidé años enteros de lecciones, dejé de escuchar consejos. Solo existia él. Y está claro lo que eso conlleva, sin él, no hay división, ni tampoco ecuación, ni risa, ni prisa, ni sueños, ni baile, ni cita, ni beso. Sin él, no queda absolutamente nada.