viernes, 12 de octubre de 2012

Preso llevo tu recuerdo.

¿Sabes por que me gusta dormir? Por que cuando cierro los ojos desaparece la distancia, cuando cierro los ojos puedo verte aquí, y no hay nada que me guste más que verte a mi lado por que si tu estas, sonrío sin motivo. Aun hoy, cuando sin querer vuelven a mi todos y cada uno de los recuerdos de aquel verano se me llenan los ojos de lágrimas; lágrimas con sabor a paseos por la playa, con olor a tardes lluviosas, lágrimas que suenan a tiempos donde diez minutos sin un beso era casi el olvido, donde estar a más de cinco metros lo llamábamos distancia. Solo hoy se el verdadero significado de distancia. La RAE lo define como espacio o intervalo de lugar o de tiempo que media entre dos cosas o sucesos, pero la distancia no es una definición, la distancia son besos que no puedes dar, miradas que no logras encontrar, sonrisas que olvidas como se esbozaban, es alguien que necesitas a milímetros pero tienes a kilómetros. Pero tendré que acostumbrarme a este día a día, a echarte de menos a cada segundo, a quererte a lo lejos, a borrar kilómetros para estar cerca de ti, a soñar despierta para poder seguir adelante. Sé que llegará el día en que no hará falta que me digas que me cuide, porque lo harás tú; ese día en que todo será fácil, mientras tanto estaré aquí, donde me dejaste, cumpliendo aquella promesa, esperándote.

Siempre que pido un deseo te me apareces aquí.

Cuarenta-siete, los días que llevo sin poder verte, ni abrazarte, ni besarte, y se dice rápido pero créeme cuando te digo que es una eternidad. Hoy he vuelto a la estación donde me hiciste aquella imposible promesa. Sentada en el mismo banco empiezo a recordar, todo. Aquel dos de Julio, en aquella parada del bus, donde no podría haber imaginado nada de lo que ocurrió más tarde. O todas aquellas tardes en donde ,sin darme cuenta, conseguiste cambiar todo lo que estaba bien para hacerlo mejor, poner todo mi mundo patas arriba. Son recuerdos agridulces, son recuerdos de esos que al recordarlos sonríes y instantes después  se te llenan los ojos de lágrimas, más que nada por miedo, miedo a que no se vuelvan a repetir, o mucho peor, a que tú al recordarlos no sonrías como lo hago yo. Y no sé si por orgullo, dignidad o tal vez por más miedo no pregunto, y así estoy sin saber si me estas echando de menos o me estas olvidando. En momentos como estos envidio a las mariposas de Vietnam, viven un día, un solo día; tienen veinticuatro horas para hacerlo absolutamente todo, no pueden pararse a pensar en el orgullo o el miedo, no pueden permitirse dudar, simplemente actúan; y ojala yo pudiese hacer lo mismo, decirte cuanto te quiero, cuantos son los días que pienso pasar a tu lado, pedirte perdón y susurrarte que siempre te voy a estar esperando.

Nada podrá salvarte, nada a lo que agarrarte.

Y que más da si la vida viene y va, si los besos si se gastan y las lágrimas se derraman. El ayer no importa nada, y por el mañana de nada sirve llorar. La gente entra y sale de tu vida, y unas más grandes u otras un tanto más insignificantes, pero todas te dejan huellas, huellas que son las que al fin y al cabo te hacen ser quien eres. Está la gente que llegó sin avisar, la gente que llevabas buscando toda tu vida, otra que vino en el momento equivocado, y también la que siempre quisimos que llegara pero no fue así. Son ellas las que te han hecho fuerte, o quizás desconfiado o tal vez más seguro, más miedoso o valiente como el que más. En resumidas cuentas; todas tienen un papel que hacer en tu vida, así que no las intentes evitar. Si tienes que tropezar; tropieza, y no una, sino cuantas veces creas necesario. Y recuerda que la vida te dará lo que le des, por eso mírala con una sonrisa, te la devolverá..

martes, 9 de octubre de 2012

'Cuando te encuentres ante dos opciones y tengas que elegir, simplemente lanza una moneda al aire. Siempre funciona, y no solo porque por fuerza te saca de dudas, sino porque en ese breve momento en que la moneda esta en el aire, de repente sabes que cara quieres que salga.'